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El INTA impulsa la siembra con drones en el periurbano de Marcos Juárez

Una experiencia innovadora que busca recuperar lotes con manejo sustentable, sin agroquímicos y en articulación con empresas locales.

En la zona periurbana de Marcos Juárez se está llevando adelante una propuesta que combina innovación tecnológica, sustentabilidad y cumplimiento de las ordenanzas locales. Desde el módulo productivo periurbano del INTA Marcos Juárez, se impulsa un modelo de manejo integral que busca devolverle productividad a los lotes ubicados en el borde de la ciudad, con especial foco en el cuidado ambiental.

La ingeniera agrónoma Melisa DeFagot, quien trabaja en el equipo técnico del INTA, explicó a Guiamedia que el proyecto se basa en “el rediseño de los lotes para que sean productivos, respetando las normativas municipales y sin recurrir a productos de síntesis química para el control de malezas”.

Actualmente, el módulo trabaja sobre unas 40 hectáreas periurbanas, rotando entre pasturas, cultivos de cobertura y cultivos estivales, utilizando tecnologías de proceso que permiten prescindir de agroquímicos. En esta campaña, el equipo incorporó una herramienta novedosa: la siembra aérea con drones, que permite ganar tiempo y eficiencia en la implantación de cultivos de cobertura.

“El uso del dron nos da muchas ventajas: podemos sembrar antes de cosechar el cultivo estival, mejorar el control de malezas y optimizar el uso del agua, sin compactar el suelo”, destacó Defagot.

El 11 de junio se realizó una siembra con dron en un lote de dos hectáreas al oeste de Marcos Juárez, propiedad del productor Zachía. Se utilizó un drone DJI Agras T50, equipado con tanques para sólidos, que sembró 90 kilos de trigo por hectárea. En el mismo lote se hizo también una siembra con maquinaria convencional, con siembra directa a 120 kilos por hectárea, lo que permitirá comparar resultados en condiciones reales.

“Ese día tuvimos vientos que superaban los 9 km/h, pero el dron voló sin problemas, distribuyendo la semilla en la densidad justa y en el lugar preciso. Eso sería imposible con una máquina terrestre sin impactar el suelo”, detalló la ingeniera.

El trabajo se realiza en convenio con empresas privadas como DyE, lo que permite una sinergia entre el INTA, el municipio y el sector productivo. “Estas articulaciones nos ayudan a brindar soluciones concretas a los productores del periurbano. Queremos evitar que estos terrenos queden improductivos o abandonados. Hoy, en lugar de eso, están generando muy buenos resultados”, subrayó Defagot.

La experiencia demuestra que es posible producir en el periurbano de forma eficiente, ambientalmente responsable y alineada con las normativas vigentes. “Los avances son alentadores y nos motivan a seguir apostando por este tipo de tecnologías”, concluyó.

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