La higiene de manos es una práctica sencilla y efectiva que desempeña un papel crucial en la prevención de infecciones. Además de ser económica, esta medida es esencial para reducir el riesgo de diversas enfermedades, incluidas las infecciones respiratorias, de la piel, de los ojos y las transmitidas por alimentos.
Tanto las instituciones públicas como privadas deben asegurarse de que haya recursos disponibles para llevar a cabo un lavado de manos adecuado y accesible en todo momento, especialmente para aquellos que tienen sistemas inmunológicos comprometidos.
A continuación, exploraremos cómo realizar el lavado de manos de manera efectiva y en qué momentos clave se debe llevar a cabo.
La importancia del lavado de manos:
El lavado de manos es una medida esencial para mantener una buena higiene y prevenir infecciones. Su simplicidad y bajo costo lo convierten en una herramienta valiosa para la salud pública. Al llevar a cabo esta práctica de manera adecuada y en los momentos clave, se pueden evitar numerosas enfermedades y proteger a las personas con sistemas inmunológicos vulnerables.
Momentos clave para el lavado de manos:
Para que el lavado de manos sea una práctica preventiva efectiva, es crucial realizarlo en momentos clave. Algunos de estos momentos incluyen:
Después de ir al baño o cambiar pañales: Tras realizar estas actividades, es fundamental lavarse las manos para evitar la propagación de microorganismos nocivos.
Al regresar de la calle o lugares con alta circulación de personas: La interacción con superficies y personas desconocidas aumenta el riesgo de exposición a gérmenes.
Antes de comer o manipular alimentos, especialmente después de tocar alimentos crudos: Evitar la contaminación cruzada es esencial para prevenir enfermedades transmitidas por alimentos.
Después de acariciar o jugar con mascotas: Aunque las mascotas nos brindan compañía, también pueden portar gérmenes que debemos evitar propagar.
En atenciones de salud: Tanto pacientes como profesionales de la salud deben mantener una estricta higiene de manos para evitar infecciones asociadas a la atención médica.
Pasos para un correcto lavado de manos:
El lavado de manos debe llevarse a cabo de manera minuciosa siguiendo estos pasos:
Mojar las manos con agua.
Aplicar suficiente jabón en las palmas y frotar todas las superficies de las manos.
Frotar ambas palmas entre sí.
Entrelazar los dedos de ambas manos y frotar la palma de una mano contra el dorso de la otra.
Frotar las palmas con los dedos entrelazados.
Agarrar los dedos de una mano y frotar el dorso de los dedos con la otra mano.
Realizar movimientos circulares con el pulgar atrapado en la palma de la mano opuesta.
Hacer un movimiento de rotación con la punta de los dedos en la palma de la mano contraria.
Enjuagar las manos con abundante agua.
Secarse con papel descartable o una toalla limpia.
Utilizar papel descartable para cerrar la canilla y evitar la recontaminación.

