Elber Hugo Mario (Pichón) Oria Historia de un olvido imperdonable

Elber Hugo Mario (Pichón) Oria Historia de un olvido imperdonable por Roberto Botacin. (Marzo  de 2015)

Tiempo atrás escribí sobre la triste historia de Eduardo Reale, movido por curiosidad ante tanto silencio y olvido. Este desconocimiento fue común a muchas personas de la ciudad, que tampoco supieron nunca de lo ocurrido. Creí entonces, que contaba algo que faltaba decir y aportar a la memoria. La lucha contra el olvido sigue día a día y la ignorancia en estos temas (la mía en especial) es grande.-

El año pasado, en el ingreso a la Municipalidad de Leones, vi desplegados unos grandes banners con fotos y nombres de las víctimas de la dictadura de esa ciudad. Le expresé a Claudio Barse (una persona de esa ciudad), que me parecía una buena medida y que debíamos hacer lo mismo nosotros, donde muchos no conocen quienes fueron las víctimas. En esa charla, le decía quienes eran las personas que año a año recordábamos y grande fue la sorpresa cuando me preguntó por “pichón” Oria. No supe que decir y sólo me quedé en SILENCIO, escuchando su relato.-

Es por eso que hoy les cuento que Elber Hugo Mario Oria, Pichón, nació en la ciudad de Marcos Juárez el 12 de junio de 1935, donde realizó sus estudios primarios. Egresó del secundario del IPET Nº 4 con el título de técnico mecánico en tornería. Se inició en la docencia en Villa de Soto, prosiguió en Marcos Juárez y llegó a Cosquin en junio de 1962. Se desempeñó allí como jefe de enseñanza práctica, profesor de tecnología y dibujo técnico en la escuela Mariano Moreno.

El día 3 de abril de 1976 fue secuestrado de su domicilio en calle Tucumán a las 6: 15 horas por fuerzas militares y policiales en presencia de sus cuatro hijos y que nunca se supo más nada de él. Al igual que los otros desaparecidos nacidos en esta ciudad, esta macabra historia ocurrió en otra ciudad.-

Demás está decir que sus familiares y amigos intentaron todo lo posible (en ésa época), por saber de su paradero, pero nada se logró aún al día de hoy.-

Esos serían los datos duros y fríos, simplemente otra historia triste más, como parte de otra crónica de los años oscuros; así que seguí buscando algo más.-

“Pichón” resultó ser para la unanimidad de los consultados un gran tipo. A diferencia de la mayoría de los desaparecidos no era militante peronista, mucho menos de Montoneros o del ERP, ni de ninguna agrupación de izquierda, sino simplemente RADICAL. Por los datos que recabé, tampoco era un “militante”, solo una persona comprometida políticamente, que por alguna cuestión interna en la Escuela, “alguien” creyó que “Pichón” podía ser peligroso e “informó” (vaya a saber que locura) y luego pasó lo que pasó.-

Se dice que siendo Jefe de taller puso en orden a un profesor que iba armado al colegio y éste no le gustó el proceder de Pichón, por lo que fue a la comisaría a denunciarlo como que realizaba actividades «comunistas» y la «inteligenzia» mlitar hizo el resto.-

Formó parte de la promoción 1952 de la escuela del Trabajo, que contaba dentro de los egresados de ese año, a grandes hacedores de esta ciudad como Raúl Zecchin, Adelqui Bonavía, José Apesteguía y otros tantas personas que marcaron una época y aún se los recuerda.-

Pichón, junto con su hermano Juan Oria y Pichón Ponte, compartían la pasión por la docencia, los motores y el automovilismo y pusieron un taller mecánico, que derivó luego en lo que es hoy la emblemática industria metalmecánica ORIPON. Se animaron a inventar y fabricar motores. Unos precursores, aventureros y soñadores.-

Juntos preparaban el auto de uno de los pilotos más ganadores de nuestro automovilismo local, como fue el mítico Barbalarga, del que tanto me hablaba mi viejo, sobre todo referido a los duelos con Galaberna.- A ellos se unió Yaco Guarnieri, Hermes Castellano (entre otros) y entre todos hicieron grande al automovilismo local.-

Tiempo después por alguna razón personal, deja ORIPON y se dedica de lleno a la docencia en nuestra Escuela del Trabajo, siendo muy recordado por sus alumnos por la pasión que ponía en transmitir lo que amaba.-

Era fiel a sus sueños y a sus sentimientos. Su amigo de toda la vida, su inseparable y confidente siempre fue Juan Carlos “Bicho” Ferreyra (para mí, el sastre más conocido y de buen humor de nuestra ciudad), al que hizo de testigo en su casamiento y padrino de su primer hijo. Un hermano por adopción.-

El amor de juventud de “Pichón”, fue después su señora y la madre de sus hijos. También es de esta ciudad, un bella mujer (por dentro y por fuera) a quien pude tratar en este tiempo varias veces, Gladis Castellano. Una mujer que compartía con él todo, incluso la docencia y que siguió a su marido incondicionalmente.-

Hoy, como siempre -y especialmente los 24 de marzo-, lo recuerda con el mismo amor de siempre, cosa que transmitió a sus hijos y nietos.-

Créanme lo que les cuento, se trata de alguien que quien lo conoció, inevitablemente sintió admiración y amor por su persona. Cuando escuchaba cosas de él dichas por “Pichón” Ponte, del “Bicho” Ferreyra o de la señora de Guarnieri, me confirmaron con los ojos húmedos y voz entrecortada de la persona que fue Pichón.-

Hago esto (escribir y recordar) porque lo siento y porque me nace así, pero también me nace pedir perdón por no haberlo hecho antes.

Fue muy fuerte la imposición del silencio y del olvido durante tanto tiempo. No sólo los invito a recuperar la memoria, sino también a seguir la búsqueda de nuestra historia, a persistir en el recuerdo de “los nuestros”, porque una ciudad no es sólo cemento, luces y construcciones, sino que lo más importante está en lo de carne y hueso, en los que vivieron en ella, que pisaron estas calles, que se formaron y trabajaron por nuestra ciudad, pero por sobre todo, recordar aquellos que hicieron un culto de muchos valores que hoy perduran.-

No lo conocí, pero ver fotos entre motores o arriba de un auto de carreras lo acerca un poco más a las cosas que me gustan y lo siento más cerca.-

Inventó, construyó, enseñó, soñó y amó en esta ciudad; todo eso junto ya es suficiente para recordarlo, para demostrar que no pudieron, que sigue vivo en el recuerdo de todo un pueblo.-

Perdón “pichón” por tanto olvido personal, general y especialmente “oficial”.

Ese alumno y docente de la “Escuela del Trabajo”, fanático de las carreras de autos y precursor de la Industria Metal mecánica, debe ser recordado en todos esos ámbitos, porque no hay construcción futura posible, sino tenemos memoria como pueblo.-

Roberto Bottacin 

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Elber Hugo Mario (Pichón) Oria Historia de un olvido imperdonable
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“Pichón” resultó ser para la unanimidad de los consultados un gran tipo. A diferencia de la mayoría de los desaparecidos no era militante peronista, mucho menos de Montoneros o del ERP, ni de ninguna agrupación de izquierda, sino simplemente RADICAL
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Autor entrada: Eduardo Oyola

Vivo en la ciudad de Marcos Juárez y este es mi medio de comunicación además les cuento que trabajo sobre redes sociales para que sus empresas o negocios tengan visibilidad online. Si necesitan saber más y que trabajemos juntos, me pueden escribir a [email protected] Gracias !!!

1 comentario sobre “Elber Hugo Mario (Pichón) Oria Historia de un olvido imperdonable

    Roberto Bottacin

    (20 marzo, 2021 -16:47)

    Gracias Tony. Entre todos lograremos que solo lo hayan desaparecido físicamente y nosotros lo traigamos al presente, rescatándolo del olvido. No nos han venido. Que se conozca la verdad by que algún día se haga justicia. Nuevamente gracias

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