Deténgase un momento. Imagínese el ruido. El zumbido constante, apurado, de la calle Juan B. Justo. Pasado el mediodía, el tráfico de la vuelta a casa es implacable. Es un lugar donde nadie frena, donde la prisa dicta la vida. Pero esta misma mañana, en medio de ese caos, fui testigo de una quietud, de […]