La Estación Experimental Marcos Juárez del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria ha presentado un informe preliminar sobre la calidad industrial de la campaña de soja en la zona núcleo de cultivo en Argentina.
Los datos recopilados de acopios y cooperativas de las principales regiones donde se implantó la soja de 1° para la campaña 2022/2023, han arrojado resultados preocupantes: se ha registrado un alto porcentaje de grano verde, con valores que oscilan entre el 3% y el 80%.
La sequía y el estrés calórico son los principales responsables de la mala calidad industrial de la soja en esta campaña.
Según el informe, se estima una producción nacional de 27,7 millones de toneladas, lo que representa una disminución del 37% en comparación con la campaña anterior.
Además, los rindes de la soja son extremadamente bajos en comparación con las expectativas, con un promedio de 23 qq/ha en Sudeste de Córdoba, 15 qq/ha en Sur de Santa Fe y 20 qq/ha en Norte de Buenos Aires, con un rango que varía de 6 a 35 qq/ha, incluso con lotes donde la pérdida fue total.
Los productores ya habían anticipado esta problemática a principios de marzo, cuando las primeras tareas de cosecha en los lotes revelaron la presencia de granos verdes y sojas “cocinadas”.
Desde entonces, los reportes informales de los productores indicaron que el rango de grano verde oscilaba entre el 40% y el 60%. Incluso la Bolsa de Comercio de Rosario informó de la presencia de “muchas vainas vanas, granos chuzos, granos verdes, arrugados”.
El informe preliminar de INTA ratifica las preocupaciones de los productores y aumenta los primeros porcentajes. En resumen, la campaña de soja en la zona núcleo de Argentina está enfrentando una serie de problemas, y los productores están lidiando con bajos rendimientos y la alta presencia de granos verdes en sus lotes.
Esta situación, sin duda, tendrá un impacto negativo en la economía agrícola del país, lo que podría llevar a una disminución de los ingresos y una posible escasez de alimentos.
